martes, marzo 14, 2006

9-Abril-05 Dedicatoria: Para Ella.


II
Para que sus pies se eleven
ensueñala, préndela.
Toda ella es fructífera.
El germen que trajo el destino
Se ha implantado, crece.
Cultívala.
Una hendidura en sus valles
se extiende, en fisura se convierte
de a poco. De a poco va creciendo
su arcoiris, simétricamente
le aparecen escombros.
Tú sánala.
Su éxtasis está en tus manos,
mi destino no es su senda.
Tú guardala.
O devasta sus entrañas
y habitúala en súbito al llanto
que le provocas.

IV
Dentro del grado mas virgen de sombras
La profecía inexpugnable se acata
De mis oídos renacen cien grillos
El aire derramado en alas
Calla.

Lento el insomnio hoy. Lentos
Los ojos que escurren agua.
En mi techo faltan corolas,
Un sol para la noche
Falta.

Fuera de muros la gente se ha extinto
El vaho de fantasmas la ventana empaña
Quiebran cristales, gritan con dedos:
Los vivos no sueñan,
Aman

V
Hoy no quiero despertar:
Me duele el corazón.

XI
Desde que tengo memoria
el corazón es asesino de hombres
las nubes avanzan con el viento
la mente tiende a recordar

¿Por que no permites, Dios,
que algún día los ríos
trepen furiosos por las cascadas?

XII
Y observar lo que nos queda.

Y no pensar en lo que fue.
(¿Donde estas ahora?).

Santos Rafael Atilano




(Dudas y aclaraciones, favor de contactar con el servicio tecnico)