viernes, marzo 17, 2006

En aquel entonces no habria de sospecharlo siquiera, pero dos años despues recordaría sin previo aviso o sospechas de falsos deja bús los momentos en que, sin mas compañía que las particulas de polvo navegando entre el viento vespertino de abril mantendría mi vista fija hacia el poniente, intentando encontrar entre fantasías y cumbres sobrehabitadas la hubicacion exacta de la casa donde, dejando de lado alusiones de alegoría o licencias poeticas, vivía la chica la que introspectivamente bauticé con el mote Ella.
Ni yo mismo llegué a imaginar que aquellos recuerdos de ser juvenil, sentado en la asotea de mi casa elevando ceremonias de bendición y observando entre suspiros el tentativo lugar a donde siempre quise llegar con la mirada, por temor a llegar con mi piel, habrian de borrarse tán subitamente como tomé un dia la decisión de colocar la vieja escalera de madera contra la pared y acudir ahí en su honor cada ocación en que me fuera insuficiente pensar en su rostro y su sonrisa, cada ocación en que sus mensages de aliento me incitaran a invocar uno mas o cada vez que ante el hermetismo verbal acerca del tema por mi parte, quisiera deshaogar las pasiones introspectivas con algún confidente que gruñía al pasar entre mis cabellos y me abofeaba torpe e invisiblemente cuando levantaba el rostro para volver a buscar su hogar. Menos cuerdo sería sospechar que cierta tarde de cierto dia mientras caminaba por la colina opuesta, a una elevación mayor que la del mas alto escalón de mi casa (el por mí considerado perfecto lugar para jugar el inutil juego de buscar su ventana) habrían de retornar a mi mente tantos momentos de espionaje ilusorio (todos los instantes en que pensé si ella sentiría el mismo silencio contaminado del viento en las alturas, o si en ese momento, tambien pensaba en mí) con simplemente distinguir el mismo boceto de calles y la misma calidad de mis sentimientos. Pero ocurrio: Todo frete a mis ojos.


(Y desde luego, volver a recordar que el sol siempre se ocultaba detras de su casa
Aunque al día siguiente, lo volvería a ver)